viernes, 12 de agosto de 2011

Un camino con subidas y bajadas

A medida que la enfermedad avanza, voy conociendo más su evolución y lo engañosa que es. También del poco control (o el sobreesfuerzo que hay que hacer para conseguirlo) sobre ella. Me explico;
Cuando por fin te das cuenta de que tienes un problema y lo reconoces, ya es un paso adelante. A partir de ahí, se enciende una lucecita dentro de ti que te dice que tienes que curarte, que lo que haces está mal, mientras que otra parte muy grande de ti te contradice. Ese es el dilema. Es una lucha contra uno mismo, y contra uno mismo es muy difícil luchar, pero podemos ganar: es cuestión de anteponer lo objetivo y racional a lo subjetivo. Parece fácil decirlo, y más saliendo de mí, que llevo ya un tiempo luchando.
Durante este tiempo, como casi todos/as, he tenido muchos altibajos, muchas recaídas, pero cada una de ellas me ha servido para intentar mejorar la próxima vez y aprender sobre mí misma. Me estoy conociendo mejor. Aunque a veces vuelva a fallar en lo mismo, sé que llegará el día en que deje de hacerlo y recuerde esto como algo pasado. Pensar así me anima, pero el pensamiento autodestructivo llega al mismo tiempo: ¿estaré gorda?, ¿sabré comer?, ¿cómo me verá la gente?, ¿me juzgarán? Y lo más irracional pero que no puedo evitar pensar: es mejor estar delgada, estaba mejor antes.
¿Os dais cuenta de la paradoja? Es decir, que en mi foro interno es como si hubiera un ángel y un demonio, como en las películas. El ángel quiere curarse, quiere seguir con su vida y ser feliz, mientras que el demonio... el demonio odia la vida, por eso me hace pensar esas cosas.
Entonces, ¿cómo deshacerse de ese demonio? Parece algo fácil, como sin hacerle caso ya se cansara y se fuera, pero, cuando ya crees que se fue, ¡PAM! Recaída, vuelve dentro de ti. Me da que pensar: ¿salir de esto es aprender a convivir con ello o deshacerse completamente de la enfermedad? Pensarlo me produce dolor de cabeza... es demasiado complicado, y me pone de los nervios que la gente lo vea como algo estúpido, una moda... ¿una enfermedad es una moda? ¿Desde cuando?
En fin, al final he llegado a la conclusión de que la enfermedad es como la propia vida: un camino con subidas y bajadas, que no se saber por qué, pero nos ha tocado seguirlo. Mantenerse en pie es el objetivo.

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