miércoles, 28 de septiembre de 2011

Pedir ayuda no nos hace débiles.

Habitualmente leo en un foro historias de diferentes chicas en mi situación. Algunas de esas chicas que escriben se sienten perdidas, confundidas porque no saben bien lo que les pasa, pero sobretodo tienen miedo. Todas tenemos miedo, pero en el fondo todas sabemos que lo que hacemos está mal. Pero nos da miedo curarnos, en el fondo todas queremos pero le tenemos pánico a la "vida normal" y nos refugiamos en la enfermedad. Pero llega un momento en el que tu yo no enfermo estalla y pide ayuda. Aunque no sea directamente, aunque sea con la mirada, pero pide ayuda. Esa ayuda es muy importante, sin esa ayuda no se puede salir de esto. 
Así que, por favor, a todas las chicas o chicos que tienen miedo, que saben que necesitan ayuda, por favor, que la pidan, que no dejen que esta obsesión se apodere de ellos un día más, porque es una batalla que se puede ganar. Hay muchas piedras en el camino, muchísimas recaídas, pero vale la pena luchar por salir de esto, vale la pena recuperar tu vida.
¿O no os gustaría volver a reír, volver a soñar, volver a pensar o volver a llorar por otra cosa que no estuviera relacionada con vuestro cuerpo? 
Pedir ayuda no nos hace débiles, somos valientes al reconocer nuestros problemas y al reconocer que no podemos con ellos solos. Así que, sin miedo, PEDID AYUDA.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Vuelta a la rutina...

Mañana volverá todo a la normalidad; como adolescente, debería estar en plena depresión post-vacacional, pero la verdad es que tengo ganas de volver a la rutina de siempre. Creo que me ayudará a no concentrarme tanto en mi enfermedad, y, al tener más cosas que hacer, pasaré menos tiempo comiéndome la cabeza con mis pensamientos.
A veces lo pienso: una persona puede estar muy angustiada por algo, pero si se distrae, si encuentra otra cosa que hacer, que le ocupe tiempo y pensamientos, se olvida completamente de el tema que le angustiaba hasta que vuelve a estar sin nada que hacer. Es como lo de "un clavo saca a otro clavo".
No sé, me siento optimista estos días. Aunque he tenido alguna que otra recaída, lo reconozco, pero he sabido levantarme y aquí estoy. La verdad es que últimamente me he estado comiendo la cabeza intentando averiguar cómo empezó todo esto, pero la verdad es que no he conseguido averiguarlo. Yo creo que siempre fui un poco así, y al pasar por un cambio en mi vida se acentuó la enfermedad.
Vuelvo a tener insomnio, pero he subido de peso. Aunque sé que eso es algo bueno, no me siento bien con mi cuerpo y no quiero engordar más aunque sé que debo hacerlo. Es muy contradictorio. Sólo quiero tenerlo todo organizado, controlado, la rutina que tanto odio cuando la tengo y tanto echo de menos en vacaciones... Parece que toda mi vida es una contradicción en sí.
También he estado comiéndome la cabeza con otro tema: ¿de verdad se puede salir de esto? Es decir, yo leo mucho sobre el tema y hay muchos casos en los que, si la enfermedad no se trata a tiempo, se cronifica. Pero lo que yo me pregunto es; ¿cuándo es "a tiempo"? Yo creo que una vez tienes la enfermedad, puedes aprender a que no te controle ella a ti y controlarla, pero no creo que los pensamientos que me invaden desaparezcan algún día. Simplemente no me cabe en la cabeza que una chica como yo, pueda algún día comer tranquila sin pensar en las calorías, las grasas, o en quemar todo después. Pero tengo la esperanza de que sí, daría lo que fuera por volver a pensar así.
Me encantaría volver a la rutina de comer...