Así que, por favor, a todas las chicas o chicos que tienen miedo, que saben que necesitan ayuda, por favor, que la pidan, que no dejen que esta obsesión se apodere de ellos un día más, porque es una batalla que se puede ganar. Hay muchas piedras en el camino, muchísimas recaídas, pero vale la pena luchar por salir de esto, vale la pena recuperar tu vida.
¿O no os gustaría volver a reír, volver a soñar, volver a pensar o volver a llorar por otra cosa que no estuviera relacionada con vuestro cuerpo?
Pedir ayuda no nos hace débiles, somos valientes al reconocer nuestros problemas y al reconocer que no podemos con ellos solos. Así que, sin miedo, PEDID AYUDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario